La Justicia de Nicaragua condenó en febrero a monseñor Rolando José Álvarez a más de 26 años de prisión por cargos de menoscabo en perjuicio del Estado de la República, sociedad nicaragüense y propagación de noticias falsas.
Según medios locales, el 28 de junio, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó al Estado de Nicaragua liberar inmediatamente a Álvarez, debido a que el tribunal le otorgó plazo hasta el 7 de julio para que las autoridades informen sobre la situación del religioso.
Sin embargo, el día de ayer, al carecer de representación legal, el obispo nicaragüense no pudo defenderse de las acusaciones ante el Gobierno.
Rolando Álvarez tras negarse de ser “desterrado” del país, fue trasladado de vuelta a la cárcel “La Modelo”, informaron las autoridades.
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